domingo, 24 de abril de 2016

ANDREA COTE




Nuestro Perdón



Pero nosotros
que somos humanos
que a la postre y sin tino
nuestro don acogemos:
La malograda cosecha
del macerado perdón.
Nosotros,
que en el horizonte de azul maltratado,
amarillo rabia,
verde paciencia,
debajo ponemos
nuestro exceso;
lo que a expensas de tanta piedad
a diario regamos
de nuestro único
y amargo
y malgastado perdón.

Nuestro perdón
que bálsamo rancio,
multiplica
en su dignidad desgastado
nos llena con la gris calma
y de pronto
mil perdones,
sin mirar a los que se pasean
se ufanan,
se avienen con nuestro perdón
y lo dan
a la siega maltrecha
de un impúdico campo.



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