sábado, 30 de abril de 2016

FANOR TÉLLEZ




Grieta



Tu ombligo es un vértigo que arrastra los pájaros
furiosos de la carne,
un cuenco donde bebo la tibieza oscura de tus dos mitades,
porque allí se empozan tus pensamientos abandonados
y el cabo de sombra que se alarga hasta la noche
del bosque de tu pubis, esa vegetación crespa,
negra y misteriosa que esconde el abismo de tu cuerpo,
donde quiero entrar a estremecerme
y a desfallecer como el ermitaño derribado por el estallido de
sus visiones,
hasta que el ángel de la voz o de la piel tuyas, dándome fuerzas,
enhieste nuevamente mi ardor hacia la hondura de tu vida.



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