sábado, 21 de mayo de 2016

ANGELAMARÍA DÁVILA MALAVÉ




Poema



Para mi nombre quiero
sepultureros grises y tajantes.
Es más:
no quiero nombre,
que me lo lleve el mar lavándolo
en mi arena.
Que me lo arrastre el mar,

y que yo sienta

que estoy allá la intacta,

la sin nombre.
Que estoy allá, con vibración del golpe
de la ola.
Con mi sabor de sal,
con mi sabor de espuma,
temblante con sabor de verde mar.
A solas con mi piel y con mis valles,
con mis ojos adentro, con mis cuencas,
con mis playas ardientes,
recorrida en bandadas de murmullos,
desnombrada.
Sólo está el mar latente,
palpitándome amor de ola y arrullos...


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