Toronto
A lo
lejos el ojo de los turistas advierte una pareja
como
venida del Ártico ¿Interesa que
lleguemos
disminuidos como las luces bajas
de un
vehículo en la niebla espesa de las rutas?
Somos
puntas de flechas con un recorrido programado
pero
en un parpadeo la biografía que parece
tallada
en granito cae en esta orilla indiferente.
Ayer
nomás hicimos un nudo de oro o un amuleto
pero
la alteridad por dentro del cielo estrellado
es un
accidente de las simetrías. Si fuera físico
escribiría
sobre cómo los movimientos de rotación
nos
devuelven de un modo imperceptible
al mismo
lugar como la arena de los acantilados
depositada
en esta región del hemisferio.
Ni
siquiera un radar de baja frecuencia podría
encontrarnos
juntos tomados de la mano. El sonido
la
lengua concreta de los espejismos no circula en el vacío.
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