16. De rosas nunca
vestiré tu cuerpo
ni el dulce mosto volverá a mis labios.
Si granjearme supe vuestras dádivas,
llorad conmigo, pues Lavinio ha muerto.
ni el dulce mosto volverá a mis labios.
Si granjearme supe vuestras dádivas,
llorad conmigo, pues Lavinio ha muerto.
De: "Teselas para un mosaico"
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