Y
tampoco
tu, abierta como un cristo,
alzas
un ahora a lo llorado
sobre
la sin bandera
-ninguna historia, ninguna
palabra
vencida
está
aquí, ni lo que le mundo
talló,
abrasado de tuétanos,en la negra
madera
del humo, ni
el
azul que mordimos sin creer
por
nuestro único refugio.
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