domingo, 7 de mayo de 2017

MIGUEL ÁNGEL FLORES




Verano de 1982
(Claudel visita Praga)



Es sólo una calle silenciosa
Y estrecha como cualquier otra,
Con empedrado y una breve iglesia
En el corazón de Stare Mesto.
Se quedaron sin lengua las campanas
Y no se dispersan por la ciudad
las sílabas de los badajos:
Por decreto Dios tomó el camino del exilio.

Un cuervo hunde su pico
en el cráneo de un joven petrificado.
Una anciana se santigua y pasa:
su fe levanta catedrales.


De: Saldo ardiente 


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