Responso por Ricardo Acevedo
La niebla
pálida resbala a lo largo del camposanto
acariciando
las viejas criptas
y las
cruces recostadas en el verdor del suelo,
Hay
rostros macilentos desafiados a una despedida
ojos
con los párpados abatidos por el llanto.
Unas
mujeres van y vienen hablando de Ricardo
y
depositan un ramo de flores
a un
costado del féretro,
El
corazón es traicionero como una serpiente
me
dice al oído un hombre a quien no identifico
pero
que me parece conocido.
Qué
demacrados se ven los deudos.
Huele
intensamente a flores marchitas
o a
agua empozada en los tiestos,
La
bruma anémica aún se arrastra a través de la necrópolis
ciñendo
los mausoleos vetustos.
Es el
momento final de los discursos
y el
responso definitivo del adiós.
Pienso
en las palabras del desconocido
que
el corazón es traicionero como una serpiente
miro
hacia la lejanía
y me
parece distinguir la cara de Ricardo
alejándose
hacia el oriente.
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