viernes, 15 de septiembre de 2017

KARL MARX


  

III



¡Ah!, ahora estas páginas pueden volar
acercándose a ti, temblando, una vez más.
mi espíritu ha descendido
Por tantos temores y desgarrado dolor.
Me engaño a mí mismo, me extravío
a lo largo de los más audaces senderos.
En vano no puedo ganar eso que está tan alto
y pronto no recordaré más esperanza.
Cuando regrese de distantes lugares,
lleno de deseo, hacia el amado hogar,
un esposo te estrechará en sus brazos.
Sobre mí descenderá el fuego del relámpago,
de la miseria y del olvido.


De: “Concluyendo Sonetos a Jenny”


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