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ah
semejante
ah
dulce mía e incorruptible lúnula
ya
reclama el reflujo
ya
demanda distancia la cansada visión
ya se
olvida esto que es
para
mejor recordar lo que es ser
oh no
te derroches más en crecer en mí
porque
así disminuyes
dios
bajará a tu egipto y enmendará los daños
la
sombra de lo que juntos somos
y que
ahora mismo
no
sabríamos a cuál de los dos corresponde
ya sólo
demora la luz de la lucerna
piensa
lo no mirado y al pensarlo
míralo:
fuéramos tú y yo no obstante
transparentes
cristales
dos
cristales sumados se restan claridad
De: “Deo volente”
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