poema sobre mirar el cielo de noche y
pensar muchas cosas
yo
que opino que la hipermetropía es una manera legítima de existir y que intento
ser una buena persona y que estudio mucho ética y metaética y yo que lloro
mucho con david hume y con los galgos maltratados y con los viejos maltratados
y con la contaminación de las heces de las gallinas y sus obscenas celdas del
tamaño de un folio A-4 y sus viscosas fiebres del tamaño de un subcontinente y
yo que creo en los tirabuzones de los páramos y yo que ignoro todo y me
pregunto qué hacer sin lenin y con cielo qué hacer con el mundo y su cabello
cardado y reseco y cómo tocar sus huesos arcaicos y su praxis y el humo de su
belleza impenetrable y yo que siempre siento la presencia de un humo fratricida
del sabor umami de la leche cuando quiero verter una palabra amable y
desaliñada en la gorra entreabierta del mendigo o del músico y yo que sé
bastante del amor y que lucho activamente aunque con sueño o con sueños
excesivos a favor de la pandemia global del perdón y de esperanza que arrase el
planeta tierra tal y como lo desconocemos de una vez por todas y yo que sueño
excesivamente sueños de carácter excesivamente erótico y a veces perverso y
abrupto y que nunca le perdonaré a mi especie auschwitz rosa parks el
estado-nación el dinero el niño muerto y yo que olvido mucho y que propongo
encender una vela con todos vosotros juntos para recordar todos nuestros
olvidos y yo que hurgo en la ranura dellogos y no encuentro nada y yo que
tengo un progenitor A y un progenitor B y un hermano y una hermana y yo que aun
así ignoro todo de la muerte y me pregunto qué cantar cuando anochece y qué
cantar que no insulte al famélico o al translúcido o a la mujer bajo las
piedras del odio y yo que tirito con virginal desasosiego en el instante
crítico de tener que elegir un campo favorito o un animal favorito o un juicio
moral verdadero tan solo un juicio moral verdadero yo me río un poco con
envidia un poco con amargura sí lo admito me río un poco con amargura un poco
con envidia un poco con resentimiento de la seguridad ontológica del hombre
medieval, qué enternecedor
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