jueves, 7 de diciembre de 2017

MIGUEL VEYRAT





Le dormeur du val



He roto ya el silencio
porque
se marcharon todos.

Y ahora la amapola
en el cráneo
es una herida
que escucha
la oscura canción.

Así es el corazón:
a los pájaros
libres no les gusta
que les miren.


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