lunes, 8 de enero de 2018

AIDA CARTAGENA




Meditación



La rosa de la tarde se desgrana
como espiga madura. la corola del mar es
de un intenso malva.
Del cielo no hay un solo tallo verde.

El tálamo del tiempo ha tenido otro sueño.
Un dia nos quedamos sin soles...sin estrellas...

En los párpados vagos una visión se graba.
No sabemos si para acariciarla
la luz es mas propicia
LLevársela a Dios
como una dalia fresca.

El corazón no sangra por que bebió su sangre.

La vida y la muerte se besan para eterno.



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