Habitamos en una piedra enorme.
Por lo
tanto: hay muchas piedras
salvo
algo de arena
que
logra preñarse junto con el viento.
Porque
todos sabemos que las piedras no ruedan
sólo
gozan de instante eterno
y la
lengua que los mantiene en pulso
lengua
con amplio kilometraje
[que
cumple el otro lado del horizonte.
Todo
para justificar intentar cubrir su mediocridad cíclica.
Piedra
tras piedra que hay dentro de la piedra que sólo es más piedra
Y yo mira, chi-tón
Dice mi
tía.
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