Por culpa de los números
Por
culpa de los números
estuve
siempre mal en todo cálculo.
Por
no poder usar los logaritmos
la
cuenta de mi vida se fue al suelo.
Jamás
hallé mi siete
ni
pude poner cifras a mis letras.
No
supe el porcentaje de mis fraudes.
Tal
vez por eso mismo
no
tuve nada exacto.
Por
no poder restar decimales
me
fui llenando de humo,
de
vientos y palomas
y
nunca pude ser un tres resuelto.
Se
me quedó en la nada
mi
signo con tu máxima potencia.
Y
siempre me rebotan
las
gélidas fracciones del olvido.
Por
culpa de los números
no
me entendieron nunca.
Por
culpa de esas plagas
jamás
hallé la ruta de la lógica,
jamás
un mar tranquilo,
jamás
un tiempo eterno.
Por
no poder hacer raíz cuadrada
no
tuve un edificio de esmeraldas
ni
alfombras voladoras.
Me
fui quedando pobre,
sin
amuletos propios
ni
talismanes mágicos.
Por
olvidar el álgebra
no
pude ser brillante
y
apenas me quedaron las gaviotas
y un
cráneo lluvioso
en
donde hace columpio el arcoiris.
Por
culpa de los números
se
me cayó la casa de la suerte
y
hasta el amor más firme
se
fue por la tangente.
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