9.
El
espejismo me llamaba en vano,
en vano la quimera y su luz pura,
en vano la sirena y su dulzura,
el misterio y la voz de cada arcano.
Inútilmente el fuego del verano
me daba el beso de su quemadura;
su amor, el fuego; el agua, su frescura:
paraíso en la palma de tu mano.
Labio sediento por tu voz, oído;
párpado ciego que la luz evoca;
agua que quema todo lo que toca:
Déjame ser silencio puro, olvido;
de tu fuego el más íntimo destello
¡oh ceñido fluir, amor, tan bello!
en vano la quimera y su luz pura,
en vano la sirena y su dulzura,
el misterio y la voz de cada arcano.
Inútilmente el fuego del verano
me daba el beso de su quemadura;
su amor, el fuego; el agua, su frescura:
paraíso en la palma de tu mano.
Labio sediento por tu voz, oído;
párpado ciego que la luz evoca;
agua que quema todo lo que toca:
Déjame ser silencio puro, olvido;
de tu fuego el más íntimo destello
¡oh ceñido fluir, amor, tan bello!
De: "Ausencia"
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