Usos del paraguas
Por la tarde,
una sale a cumplir los pendientes y descubre que le extraña. La lluvia cae
fuerte
mientras camino hacia el paradero del autobús. Abro el paraguas y
(Sonrío y llueve más fuerte: el recuerdo moja
mis pies.)
todo el
trayecto se llueve hasta pintar las calles del centro. Bajo, y paso a paso voy
cayendo
en la
cuenta de que yo compré este paraguas porque estaba en mi mapa. Yo estaba en el
suyo y
usted no traía un paraguas. El mío es lo suficiente para ambos, le dije.
(Caen, caen, caen recuerdos como pintura-
caen como nosotros, como estrellas, como
besos-y temo hallarte en cada gota. Las
líneas de la acera las dejan correr, perderse,
alejarse: transformarse en mariposas para que
vuelen).
El
paraguas susurra al viento y yo me pierdo entre los edificios en los que le
imagino:
(Ahí está, camina hacia donde estoy y se va,
así como llegó. Así como regresa, así como se
vuelve a ir).
Yo no
lo sé, pero tal vez este paraguas es tan grande porque también me esconde de usted:
paso a
través de todo eso que me llueve…. a quién engaño, pues:
Nunca
regresó esa parte de mí que se fue en sus ojos el día último.
El
paraguas y yo hemos caminado no se cuanto: las fotografías.
(Me toma una fotografía con el paraguas que a
usted le encantaba jugar mientras fingía
que cantaba bajo la lluvia como Sinatra).
El
sonido del tráfico es el piano de Calamaro que suena en este andar.
Usted,
a pesar de que le olvido en cada paso, está. Me sigue, o tal vez lo imagino
para no
sentir nostalgia.
Llego y
no soy capaz de correrle. Dejo el paraguas en la puerta del lugar: le dejaría
por un
rato y
probablemente se me olvide.
Ahora
no puedo: me sigue lloviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario