lunes, 15 de octubre de 2018

FÉLIX SUÁREZ





1



Acataré la estricta disciplina
y los hechos sin vuelta de mi vida.
Seré obediente a las señales únicas del cielo
y rodaré todos los días, celosamente,
la piedra oscura de mis actos.

Y me tendrán por manso.

Pero yo devastaré la piel
y sorberé los huesos y los ojos
de todos los que lleguen hasta aquí
buscando asilo,
de todos esos tristes penitentes
que vienen a buscar fortuna entre tus muslos.

Devastaré sus carnes y redaños.

Después me tenderé contigo, suavemente,
como una mansa bestia, inerme
y sin aliento.


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