Poema Súper rico
A Pavel Oyarzún,
en Punta Arenas
en Punta Arenas
Era una parodia que caía lentamente
sobre Punta Arenas, ah?,
tenía un río y poetas que aullaban en celo,
a Ellos, a veces algunos lupanares decían no
mientras eran observados
por escritores croatas
de rostros abúlicos,
también por poetas chilotes
de mirada criminal,
viejos compañeros de Partido
que prefieren la taberna y no el martirio.
Escuchad lobitos de huertos, decía la parodia,
dónde está la música de la nieve en las palabras,
sólo hay prepucios, sonetos al sol,
y espejos con ropas de cuero de cerdo.
Siempre confundimos las sensaciones,
en otro tiempo éramos infelices
éramos inmortales,
teníamos establos y monedas de arroz,
la magia de todo lo que respiramos.
La poesía era la invención, no el embuste,
sí a los adverbios con ojos de mujer,
la vida, dice la parodia, tiene un pie,
un escapulario, una manada de ositos,
una bandada de pastillas y aire,
la cosita linda.
sobre Punta Arenas, ah?,
tenía un río y poetas que aullaban en celo,
a Ellos, a veces algunos lupanares decían no
mientras eran observados
por escritores croatas
de rostros abúlicos,
también por poetas chilotes
de mirada criminal,
viejos compañeros de Partido
que prefieren la taberna y no el martirio.
Escuchad lobitos de huertos, decía la parodia,
dónde está la música de la nieve en las palabras,
sólo hay prepucios, sonetos al sol,
y espejos con ropas de cuero de cerdo.
Siempre confundimos las sensaciones,
en otro tiempo éramos infelices
éramos inmortales,
teníamos establos y monedas de arroz,
la magia de todo lo que respiramos.
La poesía era la invención, no el embuste,
sí a los adverbios con ojos de mujer,
la vida, dice la parodia, tiene un pie,
un escapulario, una manada de ositos,
una bandada de pastillas y aire,
la cosita linda.
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