Tras la hoguera
Hoy
llevas un vestido
granate
con tachuelas
y un
escote trasero
que la
cadera realza
e
insinúa todo el culo
que
queda respingón
y
superando el vértigo.
Eres la
compañera
de
trabajo en un día
de cena
fin de curso,
antes
de Navidad,
que me
abraza embriagada
cantando
al Karaoke.
O mi amiga
de inglés,
que se
sienta a mi lado
los
martes y los jueves,
y que
hoy está de fiesta
y
bailando en la disco.
Mirarte
es penetrar
la piel
de la tormenta,
conquistar
el abismo,
caer en
el deseo
anónimo
y fugaz.
Ante
tanta atención
pudiera
parecer
que me
movieran otras
oscuras
intenciones,
pero
solo pretendo
buscar
la perspectiva
desde
donde observar
el
ángulo propicio
de tu
espalda desnuda,
el
lugar adecuado
donde
la plata líquida
pertenezca
al crepúsculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario