martes, 18 de diciembre de 2018

CARLOS ERNESTO GARCÍA





Homenaje



El invierno en Budapest
tiene un gris añejo.
El Danubio como chuchillo
atraviesa el cuerpo de esta ciudad
que vio mil guerras.
Así lo atestigua
el monumento a los pescadores
que recibieron de Turquía sus flechas.
Desde ahí
la imaginación es capaz de cabalgar
sobre los siglos.

Si visitas Budapest en invierno
sentirás su sabor a luto
su sabor a sangre que tiene la tarde.


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