I
Quise
invitarlos a mis gestos reposados
a mi horizonte de islas dormidas.
Pero descifrando sus lloros
aprendí de tonta a fruncir el ceño.
Ahora soy antisocial.
a mi horizonte de islas dormidas.
Pero descifrando sus lloros
aprendí de tonta a fruncir el ceño.
Ahora soy antisocial.
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