Número Cuatro
Aquí
tu cinto y sus nudos,
tu flanco y sus finales
y toda el agua que te ha bañado toda tu vida
tu cinto y sus nudos,
tu flanco y sus finales
y toda el agua que te ha bañado toda tu vida
Deposito
aquí
las palabras que camellamente audaces
sumaron un oasis en su sed
un cigoñal enlodado
un río entregado a su rumbo
las palabras que camellamente audaces
sumaron un oasis en su sed
un cigoñal enlodado
un río entregado a su rumbo
Bien
serías ahora una flor podrida de rocío
o una mujer llena de vidrios,
herida,
donde el tiempo desafía sin licencia la desnudez
o una mujer llena de vidrios,
herida,
donde el tiempo desafía sin licencia la desnudez
Bien
serías pensamiento
o vapor estirado sobre la ilusión de mi voz que canta Calamaro,
su turbulencia de puerto, las lindes doradas de sus recuerdos y el micro-tango
o vapor estirado sobre la ilusión de mi voz que canta Calamaro,
su turbulencia de puerto, las lindes doradas de sus recuerdos y el micro-tango
Aquí
la terquedad de mi veneno,
tu cinto y sus nudos,
tu flanco y sus finales
donde la adicción a tus palmas rosadas no tiene cura
y su tratamiento es lento,
como la muerte germinando en el lodo de la vida
la terquedad de mi veneno,
tu cinto y sus nudos,
tu flanco y sus finales
donde la adicción a tus palmas rosadas no tiene cura
y su tratamiento es lento,
como la muerte germinando en el lodo de la vida
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