sábado, 1 de diciembre de 2018

RENATO SANDOVAL






Ver siempre fue el más verde anhelo y el pensamiento
el oleaje de tul entre la sombra tumultuosa.
Pero si seré ése que yo viera un día escalando los manzanos:
las manos eran peces de limón amargo y en los hombros
una joven testuz reía de sí misma señalando el horizonte.
El mozo ascendía como salmón entre las parvas
y las cigarras silbaban la canción de una fuente que se transformaba en mar.
Está bien zambullirse en el acaso, pensé
sin saber la hora en que empezaba mi serie favorita.
Pero no está bien decir que esta fruta es mía
si la rama es quebradiza y vulgar como este sueño.


De: “Nostos” (fragmentos)



No hay comentarios:

Publicar un comentario