Desierto
De la
infancia
el
sonido del mataculín,
el
miedo a resbalar
y la
afición por el vértigo.
—Los
deseos como piedras que caen—.
¿Cuántos
mundos he perdido?
En el
sueño de encontrar en el espejismo
un
cactus sin espinas,
de
querer sin herirse,
hallo
un espejo en la habitación del frente
pero
está vacío.
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