Expectación
No
llegues tarde a la roca
donde
aguardo
irredento.
Gritando
a mortales
que
no se estremecen
intuyo
a Dios
en
el crepúsculo.
Modestas
campanadas
atisban
la memoria
y
despiertan la sed
que
invade otros sueños.
El
anzuelo escucha el agua
el
alarido la queja.
No
llegues tarde a la roca.
Quizás
todavía encuentres
esa
luz en el mar.
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