martes, 14 de mayo de 2019

VACHEL LINDSAY





Más allá de la luna
[Escrito a la mujer más bella del mundo]



Y nunca he estado enamorado de la Mujer,
siempre aspirando a estar en sintonía
con alguien que es invisible, inhumano.

Oh niña risueña, la VERDAD del frío se ha puesto en medio,
Mimando las fiebres de tu cara virgen:
Haciendo tus ojos brillantes pero plomo y arcilla,
Burlándose de tu cerebro brillante y de la gracia de la dama.

La VERDAD me persiguió el día que cortejé y perdí,
el día en que cortejé y gané, o cortejé en el juego:
aunque eras Julieta o Rosalinda,
así será para siempre y un día.

Dudo mis votos, aunque jure en mi propia sangre,
Aunque me acerco hacia ti llorando, de alma a alma,
Tengo un objetivo solitario más allá de la luna;
¡Ay, más allá del cielo y el infierno, tengo un objetivo! 


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