agosto
Por las desordenadas ramas,
Del lago la esquina protegida está,
Y, allí, libres, brotan
Campamentos y gramíneas.
Por
el tronco de un abeto ocultos,
Cuando llame a mediodía, allí veo
En incontable alegría las avezitas
Del baño al placer entregarse.
Cuando llame a mediodía, allí veo
En incontable alegría las avezitas
Del baño al placer entregarse.
Por
lo tanto,
Del agua al suelo saltan,
Y, cuando el vuelo levanta, el agua,
¿Qué diamantes, de sus alas cae.
Del agua al suelo saltan,
Y, cuando el vuelo levanta, el agua,
¿Qué diamantes, de sus alas cae.
Cansado
de sufrir, sin embargo, mi corazón
Cuanto más las envidia tanto más las admira,
A ellas que de la vida nada saben
¡Si no cantar, amar y morir!
Cuanto más las envidia tanto más las admira,
A ellas que de la vida nada saben
¡Si no cantar, amar y morir!
Versión de Cunha e Silva
Filho
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