IX
Si
digo que sueño el ruido de las flores miento.
Me
pierdo en un enmarañado de imágenes.
Estoy
más allá de lo que pienso y más acá de lo que siento.
Todas
las alas de un mismo juego.
Todos
los rostros de un solo escenario.
Plumas
salvajes adornan lo loco.
Se
digo: sorbo ese velo-abismo.
Las
flores me tragan en sus orificios.
Estrellas
son patas. Estrías claras de la brisa.
La
sombra es la fuente de donde brota mi grito.
Degustación
oscura de la aurora.
Y
la belleza en la que me aniquilo.
De: “Dentro de la estrella
blanca”
Versión de Eduardo Langagne
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