La maceta
Me
asomé a la ventana
de
mi vecina.
Ella,
metida en un fondo blanco
que
le llegaba
a
media pierna,
iba
de un lado a otro dando vueltas.
En
la mano ella
tenía
una maceta.
Una
maceta
sostenía
la mano
de
mi vecina
en
un baile perfecto.
El
fondo blanco
era
como una
bandera
sobre un viento rudo.
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