Memoria de las casas
Durante
el verano, cuando anochece en mi pueblo,
todos
se sientan afuera de las casas.
El
verano es como un peldaño en que muchos hombres
se
sientan al anochecer,
un
peldaño en que la vida se ve como un paisaje amplio,
hermoso
y saqueado,
al
que se sientan a mirar
queriendo
encontrar lo que no se entiende.
Y
es como un recuerdo que no saben cuándo nace, como si una voz les dijera que
están fuera, muy lejos,
y
quisieran volver,
como
si miraran a través de una ventana
y
quisieran ser también lo que miran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario