Primavera
Nada
es tan hermoso como la primavera:
Cuando
la hierba, en redondel, brota larga y linda y lozana;
Los
huevos de tordo se miran cielitos bajos, y el tordo
Entre
los ecos del bosque así enjuaga y exprime
El
oído, que son golpes de relámpago el oírlo cantar;
El
peral cristalino echa hojas y flores, acarician
El
azur que desciende; ese azur precipitado
De
riqueza; también los corderos corren y bien retozan.
¿Qué
es toda esta savia y toda esta alegría?
Un
acorde del dulce ser primordial de la tierra
En
el jardín del Edén. — Ten, toma, antes que hastíe,
Antes
que nuble, Cristo, señor, y amargue de pecado
El
alma inocente y el día de mayo en niña y niño,
Con
creces, oh hijo de virgen, tu elección y dignos
de ganarse.
Mayo 1877
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