Variaciones sobre la mañana
1.
quisiera decirte todo cuanto llevo dentro
y
atravesar la ciudad sin cortar el sol
conocer
tu paso inicial
y
clasificarlo en el archivo de los signos.
2. me
resulta más fácil releer la ruptura del tiempo
a
través de una ternura
que
acumular sentimientos en la nada.
3. la
única ráfaga en la memoria es la
transparencia
del cuerpo dispersando en el
cielo
que se levanta sobre los muertos.
4.
inmaculada tu palabra que se adelanta al tiempo de
una
muerte roja en el ocaso de todos los soles
el
tiempo de la espuma levanta tu soledad
cuento
tus regresos
con
la cara pegada a la baldosa de las cosas.
5.
pedí al enigma que tatuara una ciudad
entre
las líneas de la mano y erigiera la piedra
contra
el destino ciego
pero
vi que el ojo-fugaz se posó y maltrató al
sol
al término del itinerario lácteo de tu mirada
la
mano se cerró en un diminuto y extraviado
destello.
6.
nácar y oro la ausencia
el
velo carmesí sobre frente y máscara abiertos
la
duna arregla la mano
el
alba.
7. y
cayó
con
el corazón lleno de desierto
al
principio la piedra no era angular
se
volvió sagrada porque una mano la
rozó
en
cuanto al Libro
creaba
el mar y entornaba los ojos
al
día siguiente la grieta se abrió camino en la
espalda
del tuberculoso
el
ojo posó para la posteridad
vuelvo
a levantarme
multiplico
los desiertos/
espejismos
recluidos
confundidos
con el astro inútil
es
el Sur/
la
ausencia
y
la ilusión nula.
8. si
el astro mirón asciende del pozo
verifica
qué leyenda lo alimentó
y
si llama a tu puerta
no
abras tu rostro
entre
tú y él
tu
mano
sólo
tu mano puede detener al espectro
y
penetrar el mal
con
el ojo cerrado a la muerte.
9.
cada mano es una soledad desgastada
pálida
la caricia amovible en la inquietud
detectada
a espaldas de la vergüenza tragada
el
miedo hiere nuestra memoria.
10.
erguido el éxtasis de una mano que la lepra
arrancó
del cuerpo
devuelta
al mundo
anémona
signo
y
rechazo del tiempo.
11. en
mi cabeza
en
nuestra cabeza
un
caballo levanta viento
en
mi cabeza
risa
sinónima
pero
mi cabeza se desplazó
la
palabra desmiente la figura desparramada
desde
que dejé de habitar una camella me
pierdo
vocifero
y extiendo la mano
cuando
se agachan clavo un puñal en
la
espalda
justo
entre la quinta y la sexta vértebra
(cuestión
de costumbre)
pero
vuelven a nacer
es
cuento de nunca acabar
la
tierra se escurre bajo vuestros cuerpos y
permanecéis
suspendidos
con
el ano en forma de trompa
cerráis
los ojos y posáis la mano en la
frente
de las nubes.
12. no
resta nada que llevarse
los
recuerdos se quedan pasmados frente a la
[navaja
los
árboles perdieron toda función sistemática
las
flores ya no son de papel
el
destino se ahoga en el estanque de la mano cinco
estrellas
vieja
13.
locura
sin idioma
y
se me entrega en fría mesa
abro
mi vientre:
números
avispas
y
una luna de acero.
De: “Cicatrices del sol”
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