Cantarán los gallos
Cantarán
los gallos, cuando muramos,
y
una brisa leve, de manos delicadas,
rozará
los bordes, las sedas
mortuorias.
Y
el sonido de la noche irá transpirando
sobre
los claros vidrios.
Y
los grillos a lo lejos truncarán los silencios,
los
tallos de cristal, fríos, largos yermos,
y
el enorme aroma de los árboles.
¡Ah,
qué dulce luna verá nuestra calma
faz
todavía más calma que su gran espejo
de
plata!
¡Qué
frescura espesa en nuestros cabellos,
libres
como los campos de madrugada!
En
la niebla de la aurora
la
última estrella
asciende
pálida.
¡Qué
gran sosiego, sin hablas humanas,
sin
el labio de los rostros del lobo,
sin
odio, sin amor, sin nada!
Como
oscuros profetas perdidos,
conversarán
apenas los perros en las campiñas.
Fuertes
preguntas. Vastas pausas.
Estaremos
en la muerte
con
aquel suave contorno
de
una concha dentro del agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario