Versión apócrifa
(De
Oscar Wilde, a la memoria de Dulce María Loynaz)
Me
sorprende el rosal
con su primera rosa
(la veo desde el cuarto
abierto a la mañana).
No me alcanza el olor
y sin embargo siento
que me punza una espina
ignorada mas cierta.
¿Es mi sangre quien da
su color a la rosa?
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