ESTE
SILENCIO es un río de peces ausentes
incapaz de recargarse en una orilla,
de mecer el cuerpo, tragarse un rato,
la voz quebradiza, la respiración pausada.
Allá están los peces sueltos en un rincón
jugando con la vida desde las escamas,
alejados del remolino de la humanidad
y de la ociosidad de un par de manos
que giran para ver si algunas líneas se arrugaron.
A dónde se fue mi sueño y el cansancio,
qué cuerpo de roca he heredado
para decir que el silencio es un río
que sólo dejó su vestido
donde los peces aletean las sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario