Bajo
el gran quitasol de mi Rey brillan millones de soles, de lunas y de estrellas.
Él es el Espíritu de mi espírituÉl es la Pupila de mis pupilas.
¡Que mi espíritu y mis ojos no formen más que uno! ¡Que mi amor alcance a mi
Bienamado!
¡Que la fiebre ardiente de mi corazón pueda encontrar alivio!
Kabir dice:
Cuando el amor y el Amado se unen, es cuando el amor alcanza la perfección.
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