Oda
á México
Y
asi está escrita toda esta inmensa silva, sin
que se detenga un punto el raudal descriptivo,
que ora resbala entre flores, ora ruge con la voz
de las tempestades y de los volcanes.
El
poeta
lo recorre todo, desde el inquieto hervor sañudo
del
eléctrico incendio, que aún trabaja
las visceras gigantes de la tierra,
hasta
el diamante de los lagos , engarzado en cerco
de verduray
donde
Natura reservarse quiso
tálamo á sus deleites prodigioso,
cuyo cielo arrancó del Paraíso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario