Así es como la pierdes
A veces dices cosas, pero cada palabra
es un bloque suavecito que se acumula
sobre la parte más honda
y al final te queda hecho un muro vergonzoso
que divide o sostiene,
pero no se puede trabajar en el lugar
en el que se ha tenido miedo
y entonces abres un agujero con el dedo,
ves a tus amigos allá afuera
y el pecho te queda abierto como una rana.
compras un martillo
te robas una planta
y empiezas de nuevo.
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