Como
lo mande usted, mi señora
¿Quién
nos asegura
que
todo lo que existe
tuvo
que existir?
¿Quién
hace los cálculos
de
cómo serán las cosas que aún no son?
¿Podría
la historia no haber sido cómo fue?
¿O
es que acaso sólo hay un camino
para
transitar?
¡Yo
tengo un libro de posibles hechos!
Allí
usted es mía
y
los pájaros cantan, sólo, para los dos;
el
viento sopla para refrescarnos
y el
agua solamente para los dos es pura.
En
ese mundo todo existe para complacernos;
y
tenemos la ventaja
de
que si algo desagrada
devolveremos
las horas
para
que todo sea
como
lo mande usted, mi señora
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