Al
agua en sí
Al
agua en sí,
su sustancia, no es a quien tememos.
Su transparencia, acaso, el otro lado,
lo que transfigura, avisa, revela
que solos no estamos.
Bajo
la atadura está el otro.
De
qué sombra nuestra o dolor ajeno viene.
Habría
que decirle,
implorarle,
tirarlo por las fuerzas,
que se vaya,
removerlo de su cómodo asidero,
y que sea nuestra mano un badil
para limpiar sus cenizas álgidas.
Escurridizo
es cuando apresarlo queremos,
su imagen busca el apabullante extremo,
la
trampa, ¡ah!, la trampa.
Si
nos dejáramos acercar un poco,
si nos dejáramos ver el rostro, no esperar,
al fondo ir, atrevernos a seguir sin amago de límites,
con la vida puesta en la poesía,
en el agua, en su transparencia.
De:
“Memorias del agua”
No hay comentarios:
Publicar un comentario