lunes, 11 de octubre de 2021

EFRAÍN BARTOLOMÉ

 

 

Si tuviera un amigo

 

 

Si tuviera un amigo

o un hermano mayor con la mirada dulce

o un padre con la mano sobre mi hombro

o una madre tocándome la frente

le diría que es tarde      que ha llovido

y que estuve abrazando a una mujer (su llanto ardía)

y nos dolía la noche porque estábamos juntos

pero yo me había ido

 

(Mi caudaloso amor: este páramo seco

este cauce polvoso de un río que murió soñando sauces

estuvo aquí      total      completo

pero un día cambió

Se tornó un arroyuelo cálido que recorría la casa

Me seguía      silencioso o maullando

como un pequeño gato triste

Escuchábamos jazz

Leíamos poemas entrañables mientras ella volvía

 

Yo la esperé junto a una fuente turbia

Hasta el hastío más hondo

Hasta el zumbar de moscas en el espejo de agua

Hasta escupir la fiebre

 

Primero fue el tizón del horizonte

El cráneo a punto de estallar del que lo duda todo

Después la noche y su cerrado enjambre de insectos

derribándome

 

Mis ojos fueron nido de su veneno negro

Fui su prisión      su casa     fui su invadido continente

 

El río de otro tiempo reptaba en mi interior

como canción amarga)

 

¿A qué dolerse ahora?

El río sólo sigue la dirección del cauce

El tiempo pasa

El fuego quema

 

La quietud se adueñó de todos los objetos

y los hizo silencio      piedra seca      silueta solamente

 

Las fauces de la noche triturarán mis fémures

Me alcanzará el incendio de los días

Me convertiré en humo      en polvo     en nada

en sombra de la nada

¿A qué dolerse ahora?

Cuerpos de sal      Agua del tiempo:

sal que en el tiempo se disuelve

     somos.

 

 

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