Distancias
Sólo
una distancia es terrible: la distancia entre dos cuerpos. Esos escasos
centímetros que nos separan de los bultos anónimos en las calles, las tiendas,
las oficinas, los cafés o nuestra propia cama. Qué cerca su pulso y el mío, su
hambre antigua y mis manos de pan, y qué lejanía sin embargo, qué tupida
alambrada de aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario