domingo, 31 de octubre de 2021

EFRAÍN BARTOLOMÉ

 

 

Como una lenta piedra

 

 

La noche y sus lamentos
El rumor sordo de su respiración
No sé qué sangre fluye bajo el piso de la ciudad

Una imagen de mí como una lenta piedra
llega de las finales marejadas del día
de las horas quemadas por el sol
Viene del horizonte
De la línea dolida de la sombra
De las cenizas recientes del pasado
Del fondo de esta noche sin fronteras

En estos días he visto tantas cosas de mí
Me he aprendido en tu voz
En el atrevimiento de tus manos
En tu cuerpo arrojado al reposo después de la tormenta
reflejándome     oyéndome

Te recuerdo de pie frente al espejo tocada apenas por la luz
Llenos de ti mis ojos     Mis manos insaciables
El húmedo cabello derramado en el lecho
Tus hombros salpicados por la sombra
La lengua de la luz en tus caderas blancas

                Al fino talle prendo garras dulces
                Mis brazos se hacen alas y te envuelven
                Hundo sobre la alfombra cascos de minotauro
                Embisto
                              Rasgo
                                         Aúllo
                                                   Me despeño

Soy agua desplomada sobre ti
Soy la más tibia lengua
El río más tierno
Agua.

*

Ahora quiero gritar
Contárselo a mi sombra
A los geranios

Pero no
Hay ojos que vigilan
Cada ventana es una luz
La luz construye sombras
Oh amante
                   Sangre mía
¿A quién decirlo ahora?

Piedras descenderán sobre nosotros

Pero habrá que decírselo al frío y a mis manos
al perro y al silencio
Porque de otra manera
tanta felicidad me va a estallar adentro.

 

 

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