Me
llamaréis limítrofe
molécula
del tejido
que separa dos mundos
cuando
me veáis
atrapado en él
al paso de la aguja
que con hilo imperturbable
los hace estancos
Ya
no más aire
entre ambos ya sólo
el choque y giro de vuelta
de sus señales al alcanzar
esta pared
nido
de nada
nido de toda ausencia
donde estaré
esperando
que un destello que no existe
os hable de mí
y me rescate
De:
“La lucidez del dromedario”
No hay comentarios:
Publicar un comentario