"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
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Los lobos han invadido mi balcón.
Créeme y ven deprisa a salvarme, amor,
ahora rasguñan con avidez todas las puertas.
Uno ya ha entrado. Es flaco, hambriento.
Y no quiere jugar con mi corazón.
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