martes, 12 de julio de 2022

LISEL MUELLER

 

  

Lector

para Mary Elsie Robertson, autora de “Family Life”

 


Un esposo. Una esposa. Tres hijos. El año pasado no existían; hoy los padres son mayores, una de las hijas es adulta. Vivo con ellos en su casa de verano que está cerca del mar. Vivo ahí pero ellos no pueden verme compartir sus caminatas por la playa, la preparación de la cena en la cocina. Me duele porque sé lo que ellos no saben, que uno de ellos ha recortado los hilos que entretejían sus vidas y ahora no hay solución a este lento desenredo. Si soy un fantasma que pueden atravesar con la mirada, también soy un coro griego, un aplauso dirigido a la boca por miedo, sabiendo que sus mejores intenciones saldrán mal. “No lo hagas”, quiero gritar, pero soy ellos no pueden escucharme; las toallas de playa sobre sus hombros, la cuchara de madera en su mano, ellos siguen jalando los hilos. Cuando nada queda ellos desaparecen. Cerrando el libro me siento abandonada. He perdido a mis queridos amigos. Quiero escribirlos, desearles suerte en todo, asegurarle a cada uno de ellos mi cariño. Si tan sólo me hubieran dejado despedirme.

  

Versión por Andrea Muriel



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