Corazones
en su punto cúlmine al servicio de cerebros encendidos por las ganas locas y
muy-positivimente lógicas de hacer el amor y perfeccionar el amor!
Tengo
los dos ojos, los dos grandes ojos abiertos, los dos grandes ojos felinos, los
dos bellos ojos felinos, los dos bellos grandes ojos claros y oscuros de la
Mujer sobre mi almohada. Sus ojos donde ver
tanto el mar fosforescente,
o el prado ultraflorido,
a veces las rosas al despuntar el día,
recién las violetas al bajar el sol,
allí, agua que parece dormir
– un mar plano calmo sin bruma ni vela ni e muda
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