Final
desnudo y completamente nuevo, eres la mujer en su oriente. Yo recojo tus
primeras voluntades.
Si,
al ofrecer la mirada tanto a la tierra como al cielo, estás a la espera de algo
suave, feroz, vivaz, almizcleño, puro y perturbador, apasionado, que contenga
la danza bajo el agua y la lucha en el aire, juegos de miedo y la ordalía del
hierro candente, la lira salvaje y el acuerdo perfecto, ven y ve!
Si, herida bienaventurada, deseas la pulpa cálida y el bálsamo de saliva y el
manto de bruma y la reja en el mar y el aliento del ciervo en los bosques en
flor y el roce de los pétalos y el tanino sangriento, ven y ve!
Si luchadora como dices ser, no temes mi victoria, te tengo previsto un desfile
de antorchas . ¡Sal a las calles, y vuelve a mí desnuda!
Si buscas la leyenda del Corazón de antaño, la huella del Amor, el Vagabundo
bajo los puentes de arco iris, el velo de novia y el pico de cigüeña, toma mi
corazón en marcha que late hasta las estrellas! Y mira cómo llega el poema
del mundo sobre las alas de los años luz. Leerás directamente en mi Edad Media,
mi Roma o mi prehistoria, y yo seré tu almanaque.
Si a él te invoca el Pájaro-Gato o el Violoncello-Andrógino, atravesaré el aura
de tu cuerpo, el fluido de tu alma cuyos signos de eternidad percibí en mis
sueños de joven estudiante. En la escuela de la vida, me transformé en sujeto
de tu verbo adorable.
Orando
y adorando al pequeño dios ciego, la santa está desnuda con su larga caballera
de oro en la capilla blanca.
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