El
canto de Charing Cross
Inglaterra,
joya de hulla engastada de tiza,
cubierta de hierba, recortada de setos,
de ríos lentos que mueve el pulso de la marea en los estuarios en forma de
concha,
que vierten su trabajo manufacturado en el mar,
de arroyos intrincados donde saltan salmones,
ciudades visitadas por gaviotas estridentes, esparcidas
como cartas arrojadas al viento,
patria del hierro exacto y del acero cultivado y de las hilanderías,
país de los humos espesos, carbones empapados en nieblas, residuos de
fundición, escorias,
perspectivas de ladrillos lívidos,
inútiles jardines agobiados de impuestos,
domingos lluviosos dorados por el Génesis,
noches sin estrellas cuyas negras cosechas caen bajo la hoz de los faros,
nosotros conocíamos todo esto;
nos contentábamos con tu sonido mate,
nos alimentábamos en tus grandes periódicos como en artesas rebosantes de
hechos,
sabíamos que tu amistad nos daría el mar,
urdimbre movediza tramada por las hélices,
los banknotes sedosos,
los fuertes flotantes,
los cables dóciles, sensibles, oxidados,
en fin la victoria de sabor salino
que tus hombres llevan sobre su rostro de mentón decidido,
pero ignorábamos tu ejército arrancado de tu carne de marinos,
los soldados nuevos que tienen el movimiento de las olas:
las culatas de los fusiles son rosadas
los arneses claros no han servido
y en los jardines públicos
los veteranos de Afghanistán explican el cañón.
La refriega será magnífica:
Ya los maoríes tuestan el maíz a la sombra de las Pirámides,
los hindúes se liberan de una noche de asechanzas en el Flandes rubio,
los canadienses cazadores de osos
y las cornamusas caledonias despiertan a los guerreros de Troya.
Suenen los fuertes acordes de la artillería pesada,
cante el obús armonioso,
vosotros no conoceréis nada mejor,
oh moribundos que aferráis las cantimploras.
Caed contentos:
ved llegar el instante grandioso,
y es un poema de sangre
el que entona el viento en las liras de los alambres de púas:
Órganos
de los motores,
decid un Requiem ardiente
por esta hecatombe de comerciantes.
Versión
de Ángel José Battistessa
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